Los diferentes tipos de terapia, y cuál es la mejor
Un monje amenazó con abandonar la vida religiosa si Buda no podía decirle si un santo existe o no después de la muerte. Buda respondió:
«Es como si un hombre, herido por una flecha envenenada, le dijera al médico que lo atiende: `No permitiré que esta flecha sea extraída mientras no conozca a qué casta pertenece el hombre que la disparó. Tengo que saber qué altura tiene, de qué familia proviene, dónde viven, con qué tipo de madera fue construido el arco, qué armador construye los arcos que él usa...' Las preguntas de este hombre nada tienen que ver con extraer la flecha de su cuerpo, y morirá antes de que tales preguntas sean contestadas. De igual modo, yo no enseño si el mundo es eterno o no, si es finito o infinito, si el alma y el cuerpo son lo mismo o no lo son... Yo enseño a extraer la flecha envenenada»
Enfrascarse en discusiones teóricas si cierta forma de terapia corresponde a Oriente u Occidente, si esas ideas surgen de Freud o de Jung, dar demostraciones de pureza académica o llamar a la terapia de alguna manera novedosa y rimbombante, como Limpieza Cósmica de Vidas Pasadas; no son caminos que me interese seguir.
Hay mucha confluencia en la búsqueda del alivio del sufrimiento psíquico, no somos tan diferentes de uno u otro lado del mundo. Las primeras asistencias al sufrimiento humano las brindaron las religiones. Muchas de las técnicas y descubrimientos del Budismo Zen confluyen con el estado de desprendimiento de engaños e ilusiones que persigue el Psicoanálisis y los ejercicios de observación de la realidad tal como la percibimos, sin describir, sin juzgar, sin criticar de las corrientes de Mindfulness.
El recorrido con las distintas maneras de aliviar mi sufrimiento mental y ayudar a otros a través de distintas terapias me llevó a reconocer que sin el cuerpo y sin el espíritu no hay una resolución completa de los síntomas mentales, del malestar de la existencia, de la ansiedad generalizada, de esa insatisfacción que asumimos como parte de nuestra naturaleza.
En una o más sesiones sacamos flechas envenenadas, dolores ocultos, viejos rencores, nubes negras. Desplegamos técnicas para ganar energía psíquica, descubrimos tus poderes verdaderos y tangibles, te llevas herramientas de conocimiento para el resto de tu vida. La felicidad es un estado que se conquista permanentemente.
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